Un frio invernal,
amenaza con entrar.
Solo en un rincón,
esperando que la muerte
me lleve sin temor.
Un mar de lagrimas
habia en mi cara,
al ver que no era a mi
a quien buscaba
si no a ti, mi amada dama.
Un alarido di
de mucho no sirvio,
ya que la muerte te llevo.
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